Tema del mes

OBEDIENCIA

Tema del mes: OBEDIENCIA 
Objetivo: Llevar a los niños a ser obedientes a sus padres y a las autoridades.
Versículo: "Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo." Efesios 6:1 NVI


“Tomó, pues, Dios al hombre, y lo puso en el huerto del Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Y mando Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” (Génesis 2:15-17)

Todo lo que Dios hizo era perfecto. El es tan maravilloso que primero preparo el paraíso, con un jardín lindo, varias flores de colores diferentes, diversos arboles con frutos deliciosos, ríos y cascadas limpias.
El creó todo primero y después creó al hombre para cuidar de todo lo que El había hecho. Todo para que el hombre sea feliz. Dio todo lo que el hombre precisaba, hasta una compañera para formar una familia.
Dios hizo todo lo que el hombre precisaba para ser feliz.
El ser humano recibió todo rápido. No precisaba sufrir para conseguir nada, no existía nada malo de lo que conocemos hoy en el mundo. Guerras, hambre, miseria, enfermedades, muertes… nada de eso hacía parte del plano general de la creación de Dios.
Y, para completar, el propio Dios iba todos los días al jardín para conversar con Adán y Eva. Como debían ser perfectos aquellos días! Todas las tardes ellos se encontraban con Dios y no sentían falta de nada.
Dios les dio todo. Y El solo pidió una cosa a cambio. Algo que no les gustaba nada hacer. Como reconocimiento de todo aquello que El les había dado, tantos arboles con ricas frutas para comer, tanta alegría y tanta paz… El pidió que Adán y Eva no tocasen en un árbol, que El llamo el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal aquel árbol era de El.
No parecía para nada muy difícil de hacer, al final de cuentas, no le faltaba nada a Adán y Eva, no es cierto? Si ellos sentían hambre, el jardín estaba lleno de arboles con frutas dulces. Si sentían sed, tenían un río limpio y fresco bien cerca.

Cualquier cosa que quisiesen, estaría a su alcance. Era un árbol en medio de muchos otros árboles. Lo que aquel árbol representaba para Adán y Eva es lo que el diezmo representa para nosotros.
Dios creó todo. Todo era de Él. El resolvió dar todo al hombre y pidió apenas que el hombre devuelva 10% de todo lo que recibe, como señal del pacto que hicieron. Separando lo que es de Dios, el hombre puede considerar lo restante como si fuera de él. Y Dios bendice todo lo que sobro, para que se multiplique.
Así, en cuanto no tocaran en el árbol que pertenecía a Dios, el diezmo del jardín del Edén, Adán y Eva no tenían de que reclamar. No era ninguna regla injusta o imposible de cumplir. Todo lo que ellos precisaban era obedecer.
La obediencia era un gesto de respeto y de consideración por todo lo que habían recibido.  Pero, ellos fueron ingratos a Dios y desobedecieron, comiendo el fruto del único árbol que Dios ordeno que no comiesen.
El sabía lo que era mejor para ellos, por eso, prohibió. Dios quería protegerlos. Pero ellos dudaron de El y prefirieron obedecer al mal. Fue así que entro el mal en el mundo: por medio de la desobediencia. Al aproximarse al mal, el hombre se aparto de Dios. Con la desobediencia, el pecado y la muerte entraron en el mundo.

Toda actitud tiene una consecuencia

En el jardín, había otro árbol especial, llamado Árbol de la Vida. Los frutos de ese árbol darían al hombre el poder de vivir para siempre. Como ahora el ser humano ya conoció el mal, no podría mas vivir para siempre.
Así, Adán y Eva fueron expulsados de aquel lindo paraíso que ganaron de Dios. Ellos estaban, en aquel momento, cosechando las consecuencias de las actitudes que escogieron tener.
Así es con nuestros padres. Ellos trabajan para ofrecernos lo mejor. Cuando nacemos, no sabemos andar, ni hablar, ni preparar un sándwich. Recibimos todo de aquellos que cuidan de nosotros. La única cosa que ellos nos piden es la obediencia.
Dentro de nosotros, tenemos un poco de Adán y Eva y ni siempre confiamos que nuestros padres saben que es mejor para nosotros. Ni siempre queremos obedecer, pero debemos obedecer, por amor y honra a ellos.

Obedezca hasta en las pequeñas cosas

Aún en las cosas pequeñas, como el horario de dormir, no salir de casa sin avisar, no comer demasiada golosina, hacer la tarea de casa, ir para la escuela…Que mas dicen sus padres para hacer o no hacer? Lo que a veces ellos dicen y que, si usted lo hace o no lo hace, puede ser castigado?
Así como Dios expulso a Adán y Eva del paraíso por la desobediencia, nuestros padres también son obligados a sacarnos algunas cosas que nos gustan para que aprendamos a obedecer. Es para nuestro bien.
Pero no precisamos aprender solo con el sufrimiento. Podemos aprender usando la inteligencia, viendo los errores de los otros y escogiendo no errar.
No podemos volver en el tiempo y deshacer la actitud de Adán y Eva con el mundo, pero podemos dedicarnos a no hacer nada parecido con nuestra vida. Podemos no invitar al mal a entrar en nuestras vidas, obedeciendo a Dios y a nuestros padres. Al escoger la obediencia, nos mantenemos próximos a Dios y lejos del mal.
La obediencia protege
Obedecer a Dios, a los padres, a los profesores, a las leyes… la obediencia nos protege y nos ayuda a crecer felices, pues nos aproxima a Dios. El mundo exalta la desobediencia porque este mundo está todavía en las manos del mal.
Todo lo que el mal quiere es mantener a los niños apartados de Dios. Las personas quieren felicidad y éxito, quieren vencer en la vida, quieren realizar sus sueños. Pero, la única manera de conseguir alcanzar todo eso, es haciendo un pacto con Dios. La obediencia es el secreto del éxito y de ser un vencedor.
Quede atento a todas las cosas que sus padres le pidieron y a todas las reglas que usted tuvo voluntad de desobedecer. Haga una elección inteligente, luche en contra de su voluntad y obedezca. Para concretar las cosas en su vida, desde temprano, haga ese pacto con Dios.

CONCLUSIÓN

Obedecer es ser inteligente. Ese es el secreto de ser un vencedor.
Repetir la frase:

La obediencia es el secreto del éxito y de ser un vencedor!

Observaciones:

Hacer preguntas para los niños ( las que colocamos abajo son sugerencias que pueden ser usadas, pero la educadora, que conoce a los niños y está con ellos en la hora de la clase, puede – y debe – crear sus propias preguntas, relacionadas al tema, para interactuar mejor con ellos y hacerlos pensar, aplicando en la propia vida lo que oyeron).
Pedir testimonios (es importante que los niños vean el resultado de lo que ha sido predicado. Así como el pastor muestra los testimonios de transformación de vida, es importante que la educadora muestre también testimonios. Converse con los niños y vea que es lo que esa enseñanza a hecho en sus vidas. Usted se va a sorprender y el Espíritu Santo orientara su trabajo).
Quién ya desobedeció y le fue mal? Quién obedeció y vio resultados?
Quien era desobediente y después de lo que oyó, comenzó a obedecer más? ( Esa pregunta debe ser hecha a lo largo del mes, después de que los niños ya hayan asistido algunos días sobre el tema.)
Obs. Interactuar con los niños, de acuerdo con las respuestas. Pedir dirección al Espíritu Santo.
Saber dar ejemplos para que los niños aprendan cada día algo extra.
Los temas son mensuales, pero las educadoras deben enriquecerlos con ejemplos diariamente.

Frases – llave para guiar las clases de los niños pequeños:

Todo lo que Dios hizo era perfecto
Dios hizo todo lo que el hombre precisaba para ser feliz
Dios le dio muchos árboles al hombre y, como reconocimiento, pidió para que no toque en apenas uno de ellos.
Aquel árbol representaba el diezmo.
El hombre fue ingrato y desobedeció, con la desobediencia, el pecado y la muerte entraron en el mundo
Toda actitud tiene una consecuencia
Debemos obedecer a nuestros padres por amor y honra a ellos
Obedezca hasta en las cosa pequeñas
Podemos escoger no errar y evitar el sufrimiento
Al escoger la obediencia, nos apartamos del mal
La obediencia protege
La obediencia es el secreto del éxito
Haga un pacto con Dios




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